sábado, 3 de octubre de 2015

Mi experiencia AICLE

Trabajo como docente en un CEIP Plurilingüe, situado en una zona rural de baja población, a 43 kilómetros de Ourense ciudad. Actualmente el centro funciona con cuatro unidades para escolarizar a los 45 alumnos que tenemos.

Soy la especialista de lengua inglesa del centro, por lo que imparto lengua inglesa a todo el alumnado, desde 3 a 12 años, además, gracias a mi disponibilidad horaria imparto también Plástica y Ciencias Sociales en inglés a través del Programa Plurilingüe.

En Galicia contamos con dos modelos de enseñanza CLIL, por un lado, las secciones bilingües y, por el otro, el Programa Plurilingüe.

Las secciones bilingües llevan bastante tiempo funcionando y consiste en dar una materia no lingüística a través de una lengua extranjera y manteniendo un porcentaje de uso de ambas lenguas del 50/50. Las secciones se pueden solicitar para cualquier curso y se debe garantizar la continuación de la sección en el tiempo.

Sin embargo, el programa plurilingüe es más reciente y consiste en enseñar hasta un tercio de las materias no lingüísticas en lengua extranjera, preferiblemente lengua inglesa. El porcentaje de uso de la lengua inglesa dentro de la clase por parte del profesor debe ser un 100%. El programa debe comenzar en el primer curso de la etapa e ir incrementándose año a año hasta llegar al último curso de la etapa.

Cuando empecé a trabajar en mi centro en el año 2008, ya existían dos secciones bilingües en la materia de Plástica y posteriormente decidimos incorporarnos al Programa Plurilingüe añadiendo la materia de Conocimiento del Medio. Durante los cursos siguientes fueron desapareciendo las secciones hasta justo este curso escolar donde el Programa Pluringüe se imparte en todos los cursos.

Formamos parte del programa tres personas, la directora que imparte Plástica en 1º y 2º, el auxiliar de conversación que nos apoya durante 12 horas semanales y yo, que imparto el resto de las horas y materias.

Con estas circunstancias no existe la necesidad de coordinarse con la especialista de lengua extranjera, al recaer en una misma persona, algo que me facilita muchísimo las cosas para trabajar con el alumnado.

En un principio, resultaba muy difícil trabajar CLIL, no había medios tecnológicos ni recursos, la formación era escasa, había pocos modelos y pocas experiencias de buenas prácticas y la formación no existía. Con el paso del tiempo, todo ha ido cambiando a mejor.

Mis primeras dificultades estuvieron relacionadas precisamente con identificar el vocabulario necesario para cada unidad y materia, buscar recursos apropiados a su edad que no resultaran demasiado complicados y, finalmente, evaluar. Las rúbricas aparecieron posteriormente y me ayudaron mucho, también la incorporación a la ley del trabajo por competencias.

El uso de mapas conceptuales, el trabajo por tareas, la realización de proyectos, el apoyo visual, los materiales reales, las rúbricas son para mí imprescindibles en la enseñanza de cualquier materia CLIL.

En cuanto a formación, realicé un curso de tres semanas de duración en Norwich (England) sobre la metodología CLIL y  dentro del programa PALE. Ttambién estuve un mes de integración en un centro en Canadá observando y ayudando, además participo en cursos y jornadas específicas sobre la enseñanza de lenguas organizadas por el Departamento de Educación.

Lo más difícil sigue siendo mantener un buen nivel de inglés, por eso procuro solicitar programas en el exterior y comunicarme con persona nativas. Recientemente saqué el C1 por libre a través de la Escuela de Idiomas.

Me gustaría ampliar mi formación en cuanto a recursos específicos para enseñar las ciencias sociales y la plástica en inglés y también conocer ejemplos de buenas prácticas llevados a cabo en centros de España.

Para saber más de mi:

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